Los Wayuu, o guajiro, son un grupo indígena de filiación lingüística Arawak, cuyo territorio tradicional abarca la península de la Guajira. Históricamente, hasta principios de este siglo, los ríos Limón en Venezuela, y Ranchería en Colombia, constituían la frontera que separaba los temidos wayúu del mundo español y ve criollo. Hasta entonces los wayúu gozaban en su península de una verdadera autonomía política.
En el Siglo XIX se inició el traslado de mano de obra wayúu en goletas desde su península hasta el sur del Lago de Maracaibo para trabajar en las haciendas de caña de azúcar. Pero fue realmente el desarrollo de la economía petrolera en el Zulia lo que estimuló la emigración de estos indígenas hacia las tierras zulianas. En 1944, el gobierno regional construyó en Maracaibo el barrio de Zaruma para reubicar varios centenares de wayúu que se habían asentado en el norte de la ciudad. La atracción ejercida por la capital zuliana no se ha interrumpido y hoy, más de 60.000 wayúu residen en sus barrios. Igualmente, en las últimas décadas, los wayúu se han ido estableciendo en las zonas rurales al norte de Perijá y el sur del Lago donde desempeñan un papel importante en la actividad agrícola y ganadera de estas regiones. A la vez, se ha podido observar recientemente el surgimiento de núcleos wayúu en otros centros urbanos como Barquisimeto, Valencia, Maracay y Caracas.
El hábitat tradicional de los wayúu es la península de la Guajira que se caracteriza por su aridez, acentuada por sus largos veranos y frecuentes sequías. Sin embargo, los wayúu supieron adaptarse a este ambiente difícil y subsistir mediante una agricultura de invierno, la caza, la recolección y la pesca costera. Este sistema de subsistencia tradicional se modificó muy temprano durante el período colonial con la introducción de ganado vacuno, ovino, caprino, caballar y asnal en la región por los españoles, de tal manera que a mediados del Siglo XVI ya se habla de "gran muchedumbre de ganados" en estas tierras. Actualmente, la ganadería constituye la actividad económica más importante de los wayúu en la Guajira, hoy convertidos en pastores, conjuntamente con el comercio que también se desarrolló desde la Colonia en los tiempos del contrabando practicado por los ingleses y holandeses. La movilidad del ganado constituido mayormente por rebaños de cabras, se adapta bien a este medio de vegetación escasa, pero las sequías a veces lo diezman tanto que provoca emigraciones masivas de wayúu.
En la Guajira, los wayúu viven en pequeños asentamientos de casas dispersas, cerca de un pozo de agua permanente, habitados por familias emparentadas regidas por un sistema matrilineal, cuyo jefe es generalmente el tío materno o taulala. Todos los miembros vinculados entre sí por lazos de consaguinidad por la línea materna, llamados apushi, son los parientes "de carne" y pertenecen a una casta cuyo nombre (por ejemplo, Uriana, Epieyú, Jusayú, etc.) los wayúu utilizan como nombre propio, y que suele identificarse con ciertos espacios geográficos en la península.
Los cambios ocasionados en la cultura wayúu a través de su largo contacto con la sociedad criolla han quebrantado su bien definida identidad étnica dentro del contexto nacional. Es indudable que sus fuertes vínculos familiares, la conservación de su integridad territorial y el gran tamaño de su población (295.577 en Venezuela y Colombia) son factores que los ayudaron a conservar su lengua, organización social y política, religión, y muchos otros patrones de su cultura. El futuro de esta etnia está asegurado por la proporción significativa alcanzada por ella hoy en la población del Estado Zulia, la cual le dará un peso político que le permitirá defender sus intereses con mayor vigor.
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